Se extendía a lo largo de 5000 kilómetros, desde lo que es hoy Ecuador hasta Chile, aunque era de forma alargada, siguiendo la línea de los Andes y la costa del Pacífico, y no penetraba en el continente.
Apreciaron cortes que parecían absolutamente perfectos, tanto horizontales como verticales, y rocas que parecían movidas de las líneas de fallas naturales «para producir esas extraordinarias formaciones», cuenta John Anthony West.